viernes, agosto 31, 2012

¿Es justo el precio del combustible?

Licencia CC, Autor: RicHard-59
Recientemente se han publicado los datos del IPC interanual y se apunta a una cifra del 2,7% debido fundamentalmente al peso del incremento de precios de los combustibles dedicados al transporte. Eso sin tener en cuenta que en las próximas semanas sufrirán un incremento del 3% como consecuencia del incremento del IVA y potencialmente un gravamen especial para cubrir el Déficit de Tarifa eléctrica.

Hace mucho tiempo que se rompieron las barreras sicológicas de las 100 pesetas por litro de combustible (gasolina o diesel), la del euro por litro y en breve se rebasará la del 1,5 euros por litro. El consumidor tiene la convicción de que las compañías del sector repercuten en exceso las alzas que se producen en el mercado del crudo y se resisten a aplicar las rebajas.

Las compañías petroleras se defienden alegando que trasladan dichas variaciones en precios, tanto al alza como a la baja, y que los potenciales desfases en la traslación de precios son debidos a que el crudo que se sirve se ha comprado con meses de antelación a las fechas en las que el consumidor percibe los mismos. Puede ser razonable que se produzca dicho desfase aunque resulta altamente sospechoso que las alzas de precio se produzcan en periodos vacacionales de manera sistemática.

No obstante, es cierto que la era del petróleo barato se ha terminado como en su día se expuso en el artículo "Energía Ficción". Es de esperar que el precio de la energía suba con los criterios propios del mercado y que no resulten extrañas tasas de crecimiento en línea con el IPC global.

Para analizar si la percepción del consumidor final es correcta he realizado un pequeño ejercicio tomando datos de la EIA (Energy Information Agency) de Estados Unidos para determinar el precio medio mensual del barril Brent (por ser referencia en el mercado europeo), datos del Ministerio de Industria para determinar el precio medio del litro de combustible que se sirve en las gasolineras de España. He cogido un periodo que se inicia en Enero del año 2006, dado que me parecia importante poder ver la evolución a lo largo de la crisis y he utilizado el cambio medio mensual del Euro y Dólar para poder convertir los precios del barril de petróleo a las mismas unidades que el precio del combustible final y evitar distorsiones. Por ultimo hemos visto la evolución de los incrementos tanto para el barril de petróleo como para los combustibles (diesel y gasolina) tomando como referencia el inicio del año 2006.


Si nos fijamos en los meses del segundo semestre de 2008, cuando se desencadena la crisis financiera, se observa que la variación brusca, tanto al alza como a la baja, llega de manera muy amortiguada al consumidor final. Este debería considerarse un dato positivo. Eliminado este efecto coyuntural se observa que en el periodo comprendido entre Enero de 2006 y Julio de 2011, el barril de petróleo se ha encarecido un 60% mientras que el precio del combustible al consumidor final se ha encarecido un 40%. La percepción del consumidor final es por tanto aparentemente errónea. No se está repercutiendo con la misma intensidad el alza en precios del crudo.

Lo que resulta preocupante es que en dicho periodo el crecimiento promedio anual de barril de crudo ha sido de un 8,17% mientras que los combustibles del transporte ha sido de un 6%. Es preocupante porque se van a dar tres efectos dañinos para la economía española:
- El crecimiento del 6% es muy superior al IPC promedio de dicho periodo que es de un 2,41%
- A lo largo del 2012 el precio del combustible final sufrirá un incremento notable debido al incremento del 3% en el IVA y la potencial aplicación del céntimo verde
- España en estos momentos no sigue el ciclo de recuperación de las economías más importantes de la Unión Europea.

jueves, agosto 30, 2012

Reforma del Sector Eléctrico

Licencia CC, Autor: Dario Alpern

A lo largo de los últimos meses, desde el Ministerio de Industria, Energía y Turismo se ha venido adelantando la necesidad de realizar una profunda reforma del sector eléctrico para acabar con el llamado Déficit de Tarifa. En las últimas semanas se han filtrado los fundamentos de dicha reforma que ha tenido la gran virtud de lograr un consenso sin precedentes entre los afectados, de modo y manera que usuarios, inversores institucionales y particulares, compañías eléctricas de distribución y generación, patronales, empresas gasistas y petroleras han manifestado su profundo rechazo.

Dicho logro sin precedentes ha sido posible gracias a los principios básicos de la reforma: no escuchar a nadie y socializar mediante criterios no explicados el pago de la deuda contraída a través del llamado Déficit de Tarifa. A la postre la reforma se queda en agua de borrajas ya que no se han abordado los aspectos fundamentales del sector eléctrico como pudieran ser la planificación del mix de generación eléctrico, o el mecanismo de fijación de precios por poner algunos ejemplos.

El Déficit de Tarifa recoge el desajuste que se produce entre los costes de generación, que responden a un modelo liberalizado, más los costes de distribución y gestión del sistema eléctrico, que responden a un modelo regulado, y los precios de venta al usuario final, que responden a un modelo regulado. Dicho desajuste se produce por un lado por la voluntad política de no trasladar al consumidor final una excesiva presión en precios que dañaría la competitividad empresarial y generaría un desafecto ciudadano, y por otro lado los costes crecientes de distintos aspectos tanto en generación, distribución y gestión del sistema eléctrico. El tamaño del agujero alcanza a fecha de hoy los 24.000 millones de euros y crece a razón de 6.000 millones de euros al año. Es indudable que el asunto debe ser abordado con urgencia, y con medidas de mayor calado que el reparto arbitrario de la factura.

El mecanismo del Déficit de Tarifa se diseñó por el gobierno a fin de contribuir a la batería de medidas que nos permitieron acotar el déficit del país y cumplir los criterios de estabilidad para entrar en el euro. Fue un error de todos los ejecutivos posteriores no abordar las reformas estructurales necesarias y eliminar la deuda de manera controlada cuando existía superávit. Más bien al contrario, a partir del año 2004 inició un crecimiento exponencial que nos ha llevado a la situación actual. Del mismo modo que todos ahora están descontentos, a través de dicha deuda se mantenía a todo el mundo contento.

A fecha de hoy el precio de la energía para el consumidor peninsular doméstico está en el orden de los 150 €/MWh frente a los 130 €/MWh que se paga en Alemania. Si corrigiésemos las cifras en función del poder adquisitivo la diferencia todavía sería más dolorosa. He cogido el ejemplo de Alemania porque desde el punto de vista de ordenación del sistema eléctrico y la tipología del mix de generación son muy similares a las españolas. 

Por lo tanto no es más barata la energía porque tengan diferencias significativas en generación nuclear o de ciclos combinados, o porque tengan menos contribución de energías renovables. Tampoco tienen un mecanismo similar al Déficit de Tarifa, ni lo tuvieron cuando se implantó en España siendo entonces mucho más barata la electricidad en nuestro país.

De hecho todos los factores que algunos expertos apuntan en nuestro país como razón para sufrir el desajuste de precios y costes son sensiblemente peores en Alemania: generación nuclear con fecha programada de cierre, mayor crecimiento de las energías renovables, primas y subsidios más caros, coste del gas… y sin Déficit de Tarifa. Quizás sería conveniente, además de solventar a corto como se socializa el desfase, realizar una reforma profunda del sistema que emule lo que hacen otros y que permite que el consumidor final pague menos. De hecho esto es mucho más importante que el arreglar la deuda actual porque la competitividad empresarial y la capacidad de consumo de la población dependen en fuerte medida del hecho de lograr que la energía eléctrica baje de precio.

Algunas de las medidas que se deberían abordar para asemejarnos a otros países son una liberalización real de la generación y distribución, una privatización completa del transporte, un rediseño del mecanismo de fijación de precios de la energía en el mercado, ajustar los costes de administración del sistema eléctrico y llevar a presupuesto del estado las subvenciones y primas. Existe margen para realizar una reforma de calado que nos baje el coste de la electricidad, tanto a empresarios como consumidores domésticos.

Articulo de opinión, en calidad de colaborador de INSTITUCION FUTURO, publicado en Diario de Navarra el 8 de Agosto de 2012, 

jueves, agosto 23, 2012

Innovación en el sector del petróleo

INNOVACION EN EL SECTOR DEL PETROLEO

Pennsylvania Shale Gas Tower
CC by Ruhrfisch
Uno de los sectores industriales más conservadores a la hora de implementar innovaciones es el del petróleo. Las innovaciones se abren paso de manera difícil en el inicio pero sin embargo una vez que pasan la barrera inicial de aceptación son feroces implementadores. De hecho, suele ser una pauta que cada vez que uno de los grandes agentes introduce una novedad, rápidamente es copiado por todos sus seguidores. Para los innovadores es el mercado de todo o nada.

Recientemente se viene escuchando en los medios el nuevo maná descubierto en Estados Unidos que ha recibido el nombre de “Shale Gas” y que está inundando de gas aquel mercado. A precios tan baratos que está posibilitando que se recupere la posición de país exportador neto de energía y abriendo potenciales nuevos mercados como sería el caso del transporte terrestre.

¿Cuál ha sido el avance tecnológico y la innovación que ha posibilitado que esto ocurra? ¿En que consiste la llamada tecnología del “Fracking”?

El padre de la criatura se conviene que fue Eric Potter de la Universidad de Texas que desarrolló el concepto en colaboración con la compañía Mitchell Energy… ¡en 1981!. Dicho de otro modo, ha costado la friolera de 30 años el que se haya convertido en el nuevo mantra de las empresas gasísticas. La primera conclusión es que la innovación, especialmente en el sector energético, es una carrera de fondo. A corto plazo levantar el acelerador del esfuerzo innovador puede no conllevar efectos visibles e inmediatos pero a largo plazo no llegarán las novedades y la riqueza asociada.

Volviendo a la propia tecnología, es interesante reflexionar sobre como surgió la necesidad de proporcionar una solución innovadora. Los ingenieros de Mitchell Energy se dieron cuenta que al atravesar determinadas capas del subsuelo, mucho antes de llevar al depósito natural del gas del yacimiento Barnett en Dallas, se producían emanaciones de gas. La necesidad nació de la inquietud de George Mitchell, dueño de Mitchell Energy, por aprovechar un recurso gas que se estaba perdiendo. 

Dos tecnologías fueron claves para poder capturar ese gas. Por un lado todo un desarrollo de técnicas de fracturación del suelo mediante presión hidráulica. Básicamente se inyecta agua a alta presión con una mezcla de arena y productos químicos para producir micro-grietas en lecho recoso que está empapado de gas.

La otra tecnología clave fue la posibilidad de realizar perforaciones horizontales. Llegar a determinada profundidad y a continuación girar 90º la dirección y continuar perforando en horizontal permitió un óptimo aprovechamiento de esos lechos rocosos de poca profundidad pero gran extensión horizontal. 

Devon Energy compró la empresa Mitchell Energy en el año 2001 por la módica cifra de 3.500 millones de dólares. Hoy en día Devon Energy extrae de los yacimientos Barnett más de 34 millones de m3 al día de gas natural. El gigante Exxon Mobil ya se ha lanzado a explotar otros yacimientos en Lousiana, y en otras áreas del mundo como Sudáfrica, China y Nueva Zelanda están estudiando su potencial. De hecho, en el norte de España ya se han realizado estudios de viabilidad sobre el potencial uso de la tecnología.

Y todo esto porque alguien se sintió inquieto por el gas que no aprovechaba. Cualquier otro se hubiera sentado a disfrutar de lo que ganaba con el negocio tradicional.

Articulo co-publicado en el blog: http://happeninn.es