lunes, enero 06, 2014

Cambios que nos afectan - Actualización 8 Enero de 2014

Este artículo pretende ser un registro vivo de los distintos aspectos legislativos y sus consecuencias que deberán ser tenidos en cuenta por los operadores / propietarios de instalaciones renovables en España.

En la medida de lo posible trataremos de aportar una interpretación operativa de los que supone y que acciones se requieren por parte de los afectados.

Como tal, será un artículo eternamente inconcluso y sujeto a modificaciones por errores, variaciones y/o nuevas aportaciones. 

Quisiera por tanto llamar a la colaboración constructiva de todo aquel que descubra aspectos no correctamente tratados o interpretados, o incluso que puedan dar lugar a confusión. También espero solicitudes sobre aquellos aspectos que levanten mayor interés.

¡¡¡ Empezamos !!!

Legislación que todo usuario debería conocer


¿Qué suponen el RDL 9/2013 y la Ley 24/2013?

Suponen la derogación en su práctica totalidad de la Ley del Sector Eléctrico 54/97 y la eliminación del anterior sistema de retribución mediante primas de las energías renovables. Es decir dejarán de estar en vigor entre otros, una vez se publique los Reales Decretos ú Ordenes Ministeriales que se desarrollen, los siguientes esquemas legales:

RD 436/2004
RD 661/2007
RD 1578/2008

Además de los anteriores se verán afectados o derogados cláusulas concretas en diferentes Reales Decreto de los años 2011, 2012 y 2013 que en posteriores re-ediciones de este artículo se irán desgranando.



sábado, noviembre 02, 2013

Que los árboles no te dejen ver el bosque...

Autor: Benjli - CC 3.0
En las últimas semanas hemos podido ver una euforia en muchos analistas financieros vinculados con el sector energético. 

Aparentemente estaríamos en una abrupta tendencia de descensos en los precios del crudo, en parte debida a la reucción de tensiones en Siria y Libia y en parte al efecto balsámico del "Shale Oil" en Estados Unidos.

Tal euforia ha llevado a algunos de ellos a afirmar el el llamado "Peak Oil" es un mito que está lejos de cumplirse.

¿En que se basa este desbordante optimismo?

Básicamente en el descenso del precio del crudo en el mes de Octubre. Así que vamos a analizar esta gráfica


El precio del barril Brent (precio de referencia del mercado europeo) ha bajado de unos $110/barril hasta los $107/barril lo que supone un maravilloso 2,8% y en el caso del barril WTI (precio de referencia en Estados Unidos) ha bajado desde los $104/barril hasta los $98/barril que es un fantástico 5,8% de reducción.

Pero... ¿qué pasa si nos alejamos un poquito para que los árboles nos dejen ver mejor el bosque? Vamos a mirar que es lo que ha pasado en lo que va de 2013.


Pues la cosa empieza a ser un poco más confusa. En el caso del Brent aparentemente seguimos como empezamos el año, en el entorno de los $110/barril. Es oportuno recordar que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en España se realizaron sobre la hipótesis de un crudo a $100/barril.

En el caso del WTI si que se aprecia un descenso cercano al 10% desde Enero del 2013. ¿Será cierto que el "Shale Oil" está abaratando el precio de la energía en Estados Unidos? ¿Será cierto que en Estados Unidos el "Peak Oil" es un mito?

Vamos a alejarnos un poquito más para ver mejor el bosque. Vamos a mirar el periodo de 2011 a 2013 por aquello de que en ese periodo todos hemos aprendido del "shale" y además coincide con el segundo periodo de recesión de nuestra economía.


Aquí se me plantean ya muchas dudas. Ni la aparente recuperación del comercio internacional (excluida nuestra economía) parecen afectar el precio, ni el "Shale Oil" ayuda a contener la subida del crudo WTI. Tampoco he encontrado mucha información de analistas financieros especializados en el sector energía que aporten luz sobre el tema.

Debe ser que el bosque es más grande y por tanto necesito alejarme un poquito más. ¿Qué tal si le damos un vistazo al periodo que va desde el estallido de la crisis financiera mundial hasta nuestros días?


Aquí ya empezamos a ver cosas interesantes. Por ejemplo el "rally" de precios antes del estallido de la crisis financiera a nivel global a mediados de 2008, seguido de una profunda depresión del precio como consecuencia de la recesión generalizada. Todo normal.

También se puede ver como se recuperan progresivamente los precios a medida que el consumo mundial se va reactivando. Y se puede observar un aparente desacople en 2011 y 2012 de los precios de referencia del Brent y del WTI. Digo aparente porque en realidad las tendencias se mantienen aunque se produce un distanciamiento de los precios. Posiblemente sea más debido a los ajustes de cambio de moneda que al posible efecto del "Shale Oil" y en la medida que los problemas de la Eurozona se vayan resolviendo volveremos a ver un mimetismo como pudiera indicar de hecho la tendencia en 2013.

Otra cosa interesante es que con la economía mundial reactivada nos encontramos con un aparente suelo de los precios del crudo en los $80/barril. ¿Porqué?

Vamos a realizar un nuevo alejamiento para ver el bosque en su totalidad. Para ello nos vamos a remontar hasta la era de la energía barata.


Hubo una época en que el precio del barril de crudo estaba en el nivel de los $20 / barril (de hecho los datos históricos muestras que esto fue así al menos desde 1986 hasta el año 2004) y progresivamente subió el suelo hasta los $80 / barril en 2006. ¿A que es debido?

Pues a que el famoso mito del "Peak Oil" en realidad no es un mito. No quiere decir que se esté acabando el petróleo. Lo que si se ha acabado es el petróleo barato. Existen varias razones, la propia restricción de la oferta que realizan los países productores, la no existencia de nuevos descubrimientos significativos de yacimientos convencionales, el incremento de la demanda, ...

El petróleo no se va a acabar, y dejaremos de consumirlo no por su agotamiento sino por su coste. Pero es un hecho de que el petróleo barato ya no existe. Ni vendrá con el "Shale Oil", ni con las reservas bajo los hielos no tan eternos del casquete polar, ni con otros avances técnicos. Recientemente una de las grandes petroleras norteamericanas ha anunciado la compra de reservas en Canadá a partir de esquistos bituminosos. La extracción de este tipo de crudo requiere precios de mercado por encima del rango de los $80 / barril, lo cual nos debería dar una muy buena indicación acerca de si debemos esperar que vuelvan los tiempos del crudo a $20 / barril.

Y a pesar de todo esto la energía es barata. El precio del crudo se ha multiplicado por 5 desde 1997 a 2013 y el precio de la gasolina al consumidor final por 3,5. El precio de la electricidad por debajo de un factor de 3, cuando un IPC promedio del 2,5% desde 1997 supone un factor sobre los precios de 1,5. ¿Cómo es posible?

Porqué los precios energéticos están profundamente distorsionados con subvenciones, ayudas, exenciones, ... y hace tiempo que nadie cuenta realmente cuanto cuestan las cosas. Y quizas es que es mejor no saberlo.

jueves, septiembre 12, 2013

El sudoku de los costes eléctricos

Uno de los grandes misterios, sobre el cual he tratado de arrojar luz en anteriores artículos es el coste de producción eléctrica en función de la tecnología. Como ya he indicado estos costes pueden verse afectados localmente y por lo tanto la información que he venido utilizando puede ser no correcta en la medida que refleja situaciones en Estados Unidos, medias europeas o medias mundiales.

Por lo tanto es clave averiguar cual es el coste en nuestro mercado para ver cual es el impacto de determinadas gestiones. Todos hemos oído de manera reiterada cuan barata es la energía nuclear o la producida por los ciclos combinados de gas natural.

He buscado información específica de nuestro sector y en la medida de lo posible que partiera de las fuentes interesadas, es decir de las grandes eléctricas españolas. Buscando por la red he tenido la suerte de encontrar la presentación realizada por D. Eduardo Montes, a la sazón presidente de la patronal UNESA, que realizó el 30 de Marzo de 2011 en un seminario de la Universidad Pontificia de Comillas.

La información de mayor interés a mis ojos, viniendo de UNESA, es la que se recoge en la página que extraigo para su evaluación:


Como se indica por parte del señor Montes, las únicas dos tecnologías que dan algún tipo de beneficio en el mercado marginal son la nuclear y la hidráulica. Independientemente del famosos idilio que mantienen con las renovables, desde un puro de vista meramente empresarial, las demás tecnologías, incluidos los ciclos combinados, les producen cuantiosas pérdidas.

Me tomo la libertad de realizar una serie de preguntas que por desconocimiento no se responder pero estaría encantado de recabar datos de quien quisiera participar para responderlas.

PRIMERA PREGUNTA: ¿PORQUE, A LA VISTA DE LOS DATOS DE 2010, SE HA INVERTIDO EN EL GENEROSO DESPLIEGUE DE CICLOS COMBINADOS?

Adjunto para que nos demos cuenta de la aparente contradicción, el progreso de puesta en marcha de los ciclos combinados.


Si uno vuelve a estudiar la presentación del señor Montes, vemos que el coste medio de las tecnologías convencionales en el año 2010 fue de 74,9 €/MWh mientras que el precio que el mercado retribuyó es de 45,1 €/MWh. Es decir por cada MWh que se vendía se perdían 29,8 € y se vendieron 189.710 GWh. Esto representa unas pérdidas en el ejercicio 2010 de más de 5.653 millones de euros.

No dudo del altruismo de las empresas de UNESA, pero:

SEGUNDA PREGUNTA: ¿PORQUE LAS GRANDES ELECTRICAS VENDIERON ELECTRICIDAD CON PERDIDAS DE 5.653 MILLONES DE EUROS?

Quiero hacer notar que esta es la parte NO REGULADA de la factura eléctrica. Es decir estas pérdidas no forman parte del déficit de tarifa sino que se deberían sumar.

Preocupado por este descubrimiento, ya que no tengo porque dudar de D. Eduardo Montes, he buscado las cuentas de resultados de UNESA en el informe que exponen en su página web. Los beneficios antes de impuestos de los miembros de UNESA en el ejercicio 2010 ascendieron a 6.233 millones de euros.

Para pasar de pérdidas de 5.653 millones de euros a ganancias de 6.233 millones de euros es necesario que aparezcan ingresos de 11.886 millones de euros.

Como no dudo de ninguno de los documentos que aporta D. Eduardo Montes a escrutinio público, me hago la siguiente reflexión:

TERCERA PREGUNTA: ¿QUE INGRESOS DE CERCA DE 12.000 MILLONES DE EUROS HAN PERMITIDO ENJUGAR LAS PERDIDAS DE PRODUCCION YA COMENTADAS?

Podría ser que en realidad los costes de tecnología no son tan altos como se apuntan y que además, a través de la parte regulada, en forma de subsidios (por ejemplo pagos por capacidad, moratoria nuclear, ...) los ingresos fueran sensiblemente superiores a los apuntados por el mercado.

Por esto creo que es necesario que antes de abordar la reforma del sector eléctrico, se conocieran en detalle todos los costes del sistema, y por eso mismo resulta poco entendible que 300 diputados rechazaran realizar una auditoria de los costes del sistema eléctrico español.

Nota: Pudiera ser que mis datos fueran erróneos, aún a pesar de ser directamente extraídos de información pública de las grandes eléctricas, o que no los hubiera interpretado correctamente. Por ello agradecería cualquier tipo de comentario o aportación que me ayudara a resolver este sudoku.


miércoles, septiembre 11, 2013

El debate sobre el 'fracking'

Artículo de opinión publicado en Diario de Navarra el día 8 de Septiembre de 2013

El Santo Grial de los tiempos modernos es la búsqueda de las fuentes de energía abundantes y baratas. El gas de esquisto, "shale gas", o gas de fracking es nuestro Santo Grial moderno hasta tal punto que ya nos hemos olvidado un poco de la fusión nuclear.

Es gas natural que se encuentra atrapado en formaciones rocosas y arcillosas de muy baja permeabilidad, y micro adherido a dichas formaciones. En cuanto a sus propiedades energéticas no difiere del gas natural convencional. La diferencia proviene de su ubicación y en como debe ser extraído. Al gas de esquisto se le suele llamar también gas natural no convencional porque requiere de medios muy especiales de extracción.

El proceso de extracción del gas requiere que se fracture hidráulicamente el lecho rocoso que lo contiene. Básicamente se inyecta agua a alta presión para romper la roca mezclada con arena y ciertos aditivos químicos que impiden que se cierren las grietas y que se separe el gas del sustrato al que está micro adherido.

En si no es un proceso nuevo, dado que los primeros métodos se desarrollaron en 1890, pero ha sufrido un importante auge como consecuencia de su combinación con los métodos de perforación horizontal del subsuelo, las mejoras en los procesos de exploración y de los avances del proceso de fracturación.

Una vez descrito el proceso de extracción nos podemos imaginar que da lugar a discusiones encendidas sobre las posibles repercusiones en el medio ambiente. Desde la emisión a la atmósfera de contaminantes, la contaminación de aguas subterráneas por el fluido de fracturación, la gestión de las aguas residuales, o el reflujo de metales pesados y materiales radiactivos procedentes del subsuelo. Además del alto índice de afectación de la superficie (pozos de extracción, carreteras, gaseoductos, …)

Si uno busca información al respecto encontrará múltiples informes de reputados organismos en un sentido o en otro. La verdad es que no existen evidencias concluyentes porque nunca hasta la fecha se había realizado de manera tan masiva este proceso de extracción. Los riesgos están ahí y las consecuencias si existen no tardaremos en verlas. Lo que la sociedad debe debatir de manera seria es si esos riesgos están debidamente considerados y las medidas adecuadas para paliarlos identificadas.

Desde el punto de vista de los potenciales beneficios debemos tener en cuenta que el gas natural puede ayudar a reducir las emisiones de CO2 al desplazar otras tecnologías de generación térmica más contaminantes.

Pero el beneficio que está impulsando en mayor medida esta potencial fuente de energía es la posibilidad de ganar independencia energética a un coste realmente barato.

Uno puede darse cuenta que el proceso de extraer el gas de esquisto debe ser más caro que el tradicional. Llamar a uno convencional y al otro no convencional es un circunloquio para evitar decir que uno es más caro que el otro en términos de explotación. Y si cuesta más extraer ¿porqué baja el precio del gas?

La razón por la que nos hacemos está pregunta es que se nos suele olvidar que el precio y el coste no son la misma cosa. El precio viene determinado por el valor que comprador y vendedor determinan como correcto para poder realizar la transacción. En este valor influyen fundamentalmente dos factores: la relación entre la oferta y la demanda por un lado y el valor en el mercado del bien sustitutivo.

Antes de la llegada del gas esquisto, con una demanda de gas creciente y unos recursos existentes menguante y/o controlado por unos pocos, el margen que puede aplicar el productor es alto. Lo que está pasando de manera local en Estados Unidos, como consecuencia de la aparición del nuevo suministro, es que se ha alterado el equilibrio de oferta y demanda permitiendo bajar los precios.

A partir de aquí pueden pasar dos cosas que maten el mito de la energía barata. El primero es que el volumen de reservas del gas de esquisto no sea el esperado. La otra posibilidad es que se haya extraído inicialmente la reservas más baratas y el coste de extracción del gas pizarra se vaya encareciendo progresivamente lo cual lleve a un repunte rápido de los precios.

En realidad nadie sabe cual es el escenario más probable. Lo que si se puede decir es que el riesgo de una burbuja energética es alto.  Como referencia en el año 2010 en Estados Unidos se estimaban una reservas de 10 trillones de m3 que pasaron en el 2011 a ser de 23,4 y en el 2012 de 13,6. Si esto hubiese ocurrido en el mercado del petróleo las consecuencias hubieran sido dramáticas. Otra referencia la tenemos más cerca, en Polonia, donde se ha pasado de la euforia de la independencia energética a casi el abandono de cualquier actividad una vez se constataron las reservas reales.

viernes, septiembre 06, 2013

La carrera de la competitividad en precios

Licencia CC 3.0 - Autor Svilen Milev
Recientemente redacté un artículo sobre la "Competitividad Económica de las Energías Renovables" tomando como referencia los datos que en el mercado norteamericano manera una entidad, LAZARD, que asesora financieramente en las inversiones del sector energético.

Acaba de publicarse la última versión de un informe que ya se está convirtiendo en una referencia para el sector energético y me gustaría comparar los resultados de la foto del año 2012 frente a la foto del año 2013.

Los parámetros de inversión razonables para este mercado responderían a un coste ponderado del capital de un 9,6% (60% en préstamos a interés del 8% y 40% de recursos propios al 12%), bastante por encima del 7,5% que promete el Ministerio sobre un capital reconocible desconocido.

Otro aspecto a considerar es que los costes de producción de los ciclos combinados toman como referencia el precio del gas actual de acuerdo al mercado spot Henry Hub que en Europa son aproximadamente el doble.

Foto de Junio de 2012


Foto de Agosto de 2013


Que cada cual extraiga sus propias conclusiones...


viernes, agosto 23, 2013

El precio de la electricidad para el consumidor final

The Money Tree - Autor: Martyn Davies
A lo largo de los últimos meses, y alrededor del debate de la reforma del sector eléctrico, se ha venido debatiendo cual mantra indudable que el coste para el consumidor final (tanto residencial como industrial) era mucho más elevado que en cualquier otro país de nuestro entorno. Y fuente además de innumerables daños a la competitividad de nuestro tejido empresarial.

El propio Ministro de Industria ha expuesto en diversos medios como dicho coste se situaba solo por detrás de países insulares y reputados economistas y medios de comunicación achacaban esta falta de competitividad al excesivo peso de nuestro plan de energías renovables sobre el mix de generación.

Si uno analiza el mix de generación eléctrico de nuestro país no es muy diferente del existente en Alemania o en la media de la Unión Europea. ¿En que medida son ciertas las percepciones expuestas? ¿A qué son debidas?

Lo primero es ver como se constituyen los precios de la electricidad y analizar hasta que punto se están comparando cosas que significan lo mismo.

Precio final = ( tarifa + impuestos especiales ) + IVA

Todos los datos que he podido ver realizan comparaciones sobre la tarifa pero en mi opinión esto no permite realizar una comparación veraz porque cada pais contabiliza sus costes y la cobertura de los mismos de manera ligeramente diferente. Desde el punto de vista del consumidor residencial dicha comparación se tendría que hacer sobre la base del precio final, es decir con todos los impuestos incluidos, y en la medida de lo posible corrigiendo el dato con el poder adquisitivo. Desde el punto de vista del consumidor industrial deberíamos comparar en base a precios sin IVA pero incluyendo cualquier otro tipo de impuesto.

Vamos a hacer un pequeño ejercicio que nos mostrará como pueden variar los resultados en función de que es lo que comparemos. Para evitar colapsar de datos a los lectores he restringido el análisis a las 4 mayores economías de la Zona Euro (Francia, Alemania, Italia y España), Reino Unido y a los valores medios de la Zona Euro (17 países). Los datos que vamos a utilizar provienen de la oficina estadística EUROSTAT que se nutre de los datos oficiales que aportan los distintos países europeos.

Empezaremos por el consumidor industrial, y compararemos los datos sin incluir ningún tipo de impuestos que a la postre son los que nos suelen mostrar para recalcar lo cara que es la energía eléctrica junto con los resultantes de aplicar tanto los impuestos especiales como el IVA.


Si nos fijamos en los costes base de la tarifa eléctrica del consumidor industrial (parte azul de la barra) parece que somos más caros que la media de la Zona Euro y significativamente más caros que Francia y Alemania. Solo nos supera Italia y tenemos costes muy comparables a Inglaterra. La conclusión sería que nuestra competitividad industrial está negativamente afectada.

Sin embargo si añadimos los impuestos especiales la situación cambia (parte roja de la barra). Los impuestos especiales vienen a recoger aspectos que desde un punto de vista contable se tratan como tal en lugar de como coste. En el caso de España podríamos hablar de los CTC (Costes de Transición a la Competencia que es una subvención a las eléctricas para que en el proceso de privatización no tuvieran pérdidas) o en su día de la moratoria nuclear (subvención de los costes de las plantas que no se iban a desarrollar). En otros países se incluyen las retribuciones al régimen especial u otros aspectos. Por eso creo que para poder comparar costes y ver si afectan de manera negativa a la competitividad de nuestro sector industrial tenemos que fijarnos en este dato. Ahora las conclusiones pasan a ser radicalmente diferentes. El coste eléctrico industrial español está por debajo de la media de la Zona Euro y muy por debajo del coste alemán e italiano. 

Por otro lado nuestros costes son perfectamente análogos a lo del Reino Unido. Este aspecto es muy interesante porque a efectos energéticos la Península Ibérica y el Reino Unido son islas (nuestras interconexiones con Francia son poco significativas) y el peso de las Energías Renovables en el mix español son muchísimo mayores que en el caso del Reino Unido. Esto podría ser indicativo de que los costes del sistema eléctrico español no se ven empeorados por el peso del régimen especial.


Se puede observar un efecto muy parecido en el segmento residencial. Aunque aparentemente tengamos un coste de energía base extremadamente elevado, una vez se repercuten los impuestos no somos los que sufrimos una mayor presión en costes. También es de resaltar que junto con Alemania tenemos el IVA más alto lo que si se bajara a niveles de la Zona Euro nos llevaría a estar muy cerca de los costes promedio. Destaca el Reino Unido por la baja presión fiscal.

Si corregimos los anteriores precios en función del poder adquisitivo veremos que la situación se nivela algo, aunque seguimos teniendo una energía más barata que en Alemania. Y solo somos más caros que en Italia debido al IVA aplicado.


Un aspecto en el que no se suele hacer hincapié es que el coste del segmento residencial es mucho más alto que el coste del segmento industrial. Básicamente se produce una transferencia de rentas desde el bolsillo del consumidor residencial al industrial que subsidia la competitividad de la empresa privada, amén de otras subvenciones como los pagos por una interrumpibilidad (a algunas empresas les cobran más barata la luz para que en caso de que sea necesario desconectar a algunos consumidores sean candidatos voluntarios) que nunca se ha producido.

Este estudio no debe entenderse como una justificación para que sigan incrementándose los costes de la energía. El propósito era poner en contexto cuales son los costes reales de la electricidad en España y desmontar algunos prejuicios que se están asentando. Lo deseable sería poder reducirlos por lo que resulta muy sorprendente que ante una iniciativa popular que recabó cerca de 170.004 firmas para que se aprobara en el congreso una auditoría de los costes del sector eléctrico se desestimó por una mayoría amplia de 300 diputados.

La transparencia real es la que se practica y si solo se habla de ella es opacidad.






domingo, agosto 18, 2013

Competitividad económica de las Energías Renovables

Contador eléctrico Thomson (1907)
En el problema del desarrollo de las energías renovables dentro del sector eléctrico español se confunden dos problemas diferentes. Por un lado tenemos lo que concierne a los costes actuales y la retribución por las inversiones realizadas y por otro la competitividad de nuevos desarrollos.

Aquellos en contra de las energías renovables suelen utilizar los costes pasados para negar la viabilidad futura, pero son aspectos sustancialmente diferentes.

Como ya se explicó en los artículos "Reforma del sector eléctrico - Una reflexión abierta" y "Reforma del sector eléctrico - Cosas veredes" la gestión de los costes actuales concierne en primera instancia a quienes confiando en un marco legal realizaron unas inversiones y en segunda instancia a quienes vista la seguridad jurídica se puedan sentir tentados en un futuro a invertir.

Por el contrario, la progresiva mejora en competitividad de costes concierne en primera instancia a quienes desarrollan la actividad industrial y en segunda instancia a quienes vista la seguridad jurídica se puedan sentir tentados en un futuro a invertir.

Este artículo trata de dar una visión actualizada de las situación de competitividad en costes de generación del kWh de la energía eólica y energía fotovoltaica frente a los de las plantas térmicas de carbón, nuclear y ciclos combinados. Para ello se hará uso del LCOE (Levelized Cost of Energy) que se describió en el artículo "El coste de la generación eléctrica".

La mejor manera de no enturbiar el análisis con los datos de asociaciones sectoriales o agencias gubernamentales que traten de influir en un sentido o en otro, o recibir distorsiones por los costes de inversión pasados es acudir al análisis que pueda realizar una firma de inversión independiente para sus clientes en un mercado energético que a nuestros estándares se pueda considerar competitivo.

Posiblemente uno de los referentes mundiales en energía convencional barata sea Estados Unidos. Tanto por su acceso a combustibles baratos y abundantes (carbón, shale gas, uranio, ...) como por su acceso a dinero relativamente barato. Por otro lado es un mercado donde los costes de la energía eólica resultan comparables a los estándares europeos y en el caso del sector fotovoltaico algo más caros. En este mercado destaca LAZARD como firma de asesoramiento independiente en temas energéticos. Con carácter anual LAZARD realiza un informe de los costes de generación eléctrica de las distintas tecnologías, que en otros aspectos los analiza sin subsidios o ayudas.

Los parámetros de inversión razonables para este mercado responderían a un coste ponderado del capital de un 9,6% (60% en préstamos a interés del 8% y 40% de recursos propios al 12%), bastante por encima del 7,5% que promete el Ministerio sobre un capital reconocible desconocido.


El análisis reconoce dos posibles cambios muy probables. Uno es la proyección de reducción de precios de las instalaciones solares que tal y como se explico en el artículo "¿Los aranceles afectarán al sector fotovoltaico?" es un escenario muy probable. El segundo es una eventual subida del precio del gas natural en Estados Unidos. En la actualidad oscila alrededor de los 4,5 $/MMBtu pero de acuerdo a los escenarios que el propio Departamento de Energía de Estados Unidos maneja, en breve esa referencia oscilará entre los 5 y 6 $/MMBtu.

ACTUALIZACIÓN

Como referencia, los costes de producción del kWh de los ciclos combinados se ve fuertemente afectado por el precio del gas natural. El estudio que ha desarrollado LAZARD toma como referencia los 4,5 $/MMBtu, que está muy alejado de los precios que se pagan en el mercado eléctrico europeo. Como referencia se adjunta la siguiente gráfica que se elaboró en el año 2011 por parte de la agencia EIA (U.S. Energy Information Administration). Resulta comprensible que el precio del kWh de las centrales de ciclo combinado, en el marco europeo, llegue a alcanzar los 120 $/MWh perdiendo competitividad frente a las nuevas instalaciones eólicas o fotovoltaicas.

Elaborado por EIA a partir de datos de Bloomberg

FIN DE LA ACTUALIZACIÓN

En lo que se refiere al sector eólico, Iberdrola ha cerrado recientemente un acuerdo en Estados Unidos para suministro de energía eólica bajo un PPA (contrato bilateral de suministro de energía de largo plazo) a 40 $/kWh, valor que se encuentra por debajo del límite inferior que recoge el estudio.

Los números están para ser interpretados, pero parece apuntarse que en un escenario sin subsidios y sin distorsiones por sistemas de contabilización o de ajuste de mercado singulares, es de esperar que en breve no exista una discusión en precios sobre que tecnología es mejor que otra, al menos de manera significativa.

La cuestión de fondo es ¿queremos estar ahí? o como atribuyen a Miguel de Unamuno ¡Que inventen ellos!