martes, septiembre 11, 2012

Desde la perspectiva del Gobierno

En los últimos días el Gobierno a través de sus portavoces ha expresado su malestar hacía las compañías que distribuyen el combustible en España. 

De fondo subyace el argumento de que el precio sin incluir los impuestos del combustible de automoción "sube como los cohetes y baja como las plumas". Por lo tanto he considerado revisar los análisis que aporte en el último artículo, ¿Es justo el precio del combustible?.

En primer lugar deberíamos ver cual es el impacto impositivo sobre el precio final al consumidor. Para ello he tomado los datos del Ministerio de Industria que reflejan los precios medios del combustible sin impuestos para el mismo periodo que comprenden los años 2006 a 2012. 

Como ingeniero aprendí hace tiempo que las definiciones son importantes, y por ello definiré la carga impositiva como el porcentaje en que hay que incrementar una cantidad como consecuencia de una tasa impositiva. Aunque parezca baladí es importante y me explicaré. Se nos ha explicado durante mucho tiempo que los impuestos especiales más el IVA representan el 50% del precio. Es decir si el precio final es 100, el impuesto es 50, y el porcentaje que se maneja es el 50%. Es cierto pero al mismo tiempo es una bonita manera de minorar la descripción de la carga impositiva. En realidad el impuesto es del 100%, al ser necesario añadir el 100% de la cantidad sin impuestos para alcanzar el precio final.

Una vez hecha esta aclaración, en la gráfica que se muestra a continuación se puede ver la evolución de la carga impositiva, en porcentaje. Destaca el hecho de que no hablamos de un porcentaje fijo, sino que varía mes a mes. Otro aspecto relevante es el peso impositivo disminuye con el tiempo porque el precio del combustible sube, no porque el Gobierno haya decidido aliviar la presión sobre el ciudadano.


Un punto de interés es ver porque subre el precio del combustible. Una parte es debida a la propia dinamica de los mercados internacionales. En el año 2008, en el mes de Julio, se alcanzó un precio medio de $132,72 y en marzo de 2012 se alcanzaron los $125,45. Esto debería darnos un combustible con precios inferiores a fecha de hoy pero eso no es así debido a la depreciación del Euro como consecuencia de la crisis de deuda europea. La siguiente gráfica muestra este efecto:


Se puede apreciar como en términos de $/barril el precio máximo se alcanzó en Julio de 2008, mientras que en términos de €/barril se ha alcanzado en Marzo de 2012. Las tasas de cambió eran de 1,57 y 1,32 respectivamente. Lo peor está por llegar con una tasa de cambio del 1,25. A los europeos el petróleo nos resulta más caro como consecuencia de la perdida de valor del Euro frente al Dólar.

Ya solo nos queda por ver si el crecimiento del precio del barril de petróleo expresado en Euros es menor que el crecimiento del precio del combustible, y de este modo se confirma la tesis del Gobierno. En la siguiente gráfica podemos ver que no es así. La variaciones son muy semejantes.


Hoy en día en Estados Unidos el precio medio del galón de gasolina oscila alrededor de los $4. Con el galón representando 3,75 litros y un tipo de cambio de 1,25, el precio que paga el consumidor norteamericano es de 0,85 €/litro frente a 1,60 €/litro que vamos a pagar en breve con la subida del IVA.

¡¡¡Qué envidia!!!