domingo, enero 09, 2011

Sobre el mix de generación eléctrico (I)

Como anticipábamos en otros artículos es preciso entender como ha evolucionado el mix de generación eléctrica para entender porque nos encontramos en esta situación. La siguiente gráfica refleja la evolución de la potencia instalada por tecnología y año. He realizado el análisis a nivel peninsular para desacoplar posibles efectos específicos de las operaciones insulares y a partir de datos de REE.


Vamos a diseccionar la gráfica. Lo primero que podemos observar es que la capacidad instalada en centrales nucleares, térmicas del carbón o gran hidráulica no ha variado. La tecnología que más ha crecido en términos absolutos, y velocidad de crecimiento, es la de los ciclos combinados (+21.000 MW), seguida de la eólica (16.500 MW). Se aprecia el crecimiento explosivo de la energía solar en el año 2008 (incluida dentro del capítulo de otras renovables junto con la térmica de la biomasa) y como con anterioridad y posterioridad a dicho año el crecimiento es marginal. Otro aspecto interesante, y positivo desde un punto de vista medioambiental y económico, es la progresiva reducción de la capacidad en plantas de fuel. Por último podemos ver el crecimiento de otras no renovables que está constituido por pequeña hidráulica y las plantas de cogeneración fundamentalmente industriales. El bache de esta última tecnología en 2009 puede tener que ver muy claramente con los efectos de la crisis en el sector industrial y por ello puede ser muy positivo el repunte de 2010.

Las tecnologías están ordenadas por lo que REE conoce como régimen ordinario (hidráulica, nuclear, carbón, Fuel/Gas, y ciclos combinados) y lo que conoce como régimen especial (eólica, otras renovables, y otras no renovables).

Si por un momento nos olvidamos que existe el régimen especial, las tecnologías responden a la cobertura de la carga base fundamentalmente con la nuclear, carbón y ciclos combinados más la carga variable con la hidráulica, Fuel/Gas y parcialmente con algunas térmicas del carbón y algunos ciclos combinados pequeños.

Esto ya nos permite apuntar lo siguiente. No es real el debate entre nucleares y renovables. Las renovables por el momento no pueden dar respuesta a la carga base y por lo tanto no compiten con la energía nuclear. El verdadero problema de fondo y estructural del sector eléctrico es que no hemos resuelto el mix mas conveniente para dar respuesta a la carga base y tenemos tres tecnologías que están compitiendo por ese mix: nuclear, carbón y ciclos combinados.

El crecimiento de la nuclear tiene un techo que es el mínimo del consumo, aproximadamente unos 15.000 MW, lo que representa duplicar la potencia instalada actual. Pero para ello se tendrían que tomar medidas drásticas con respecto a la potencia instalada de carbón y ciclos combinados. Como se puede ver el problema de momento no afecta a las renovables.

¿Porque afirmo que existe ese techo?. Como todo en la vida, lo afirmo porque existen una serie de supuestos básicos. El primero es que no existe capacidad de almacenar energía y por tanto todo lo que se produce se ha de consumir. Como las centrales nucleares funcionan a régimen constante no son especialmente idóneas para afrontar variaciones rápidas en profundas en la demanda de energía. Para romper esta limitación es necesario tener capacidad de acumular o disipar energía. A fecha de hoy todavía no existen tecnologías que nos permitan acumular TWh de modo razonable así que solo nos queda trasvasar esa energía. Esta es la razón real por la que Francia puede tener la capacidad nuclear que tiene, su capacidad de interconexión con los mercados eléctricos, belgas, alemán, danés u holandés es la clave. Y esto nos lleva al segundo supuesto básico, la capacidad de interconexión del sistema peninsular es prácticamente nula (10 años después seguimos sin desplegar las lineas de alta tensión con Francia) lo que nos convierte en una isla energética.

El crecimiento en potencia instalada de los ciclos combinados no es sostenible, y muy posiblemente nos enfrentemos en breve al cierre de algunas de las plantas actuales. La sobresaturación de capacidad de las tecnologías que dan servicio a la carga base está obligando a operar a regímenes no constantes incrementándose los costes de mantenimiento por un lado y la forma en que se ha liberalizado el mercado ha derivado en un monopolio de los productores de gas que se traducirá en breve en importantes incrementos del coste del combustible. Hablaremos del affaire Sonatrach más adelante. Alternativamente los ciclos combinados, diseñados para operar a régimen constante y competir con la nuclear y las térmicas ha desplazado su operación a los mercados spot y a cubrir la demanda variable compitiendo con renovables y otras tecnologías.

Las térmicas del carbón tienen un futuro más razonable. Tecnológicamente han incrementado de manera importante sus eficiencias, funcionan en base a uno de los combustibles con mayores reservas y existen soluciones para la captura del CO2 que les permitirán obviar algunas restricciones a su desarrollo.

El asunto del mix es denso por lo que seguiremos hablando del mismo en el siguiente capítulo.

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